miércoles, 22 de febrero de 2012

ERASE UNA VEZ, UN CUENTO AL REVÉS

Hubo una vez, hace muchos, muchos años, una niña llamada Claudia que a pesar de ser pequeña, hizo muchas, muchas aventuras.
Claudia era  pelirroja, tenía unos grandes ojos y pecas, le gustaba mucho dibujar.

Un día, que fue al parque, con su hermana  y se encontró con unos amigos de sus padres.
Eran Paquita y Paco, los que de más pequeñas le dieron clase en 1º de primaria:
- Pero bueno Claudia, que grande estas, hace mucho que no te veo, que hacéis aqui solas en el parque-  pregunto Paco con curiosidad.
- Nada, que nuestros padres nos han dejado venir, porque dicen que ya somos mayores, y mira que tenemos 8 años- dijo Claudia.
- Bueno pero, que mejor que quedarse un día en el parque, para jugar- dijo Paquita entusiasmada.
-Nosotros nos vamos a un bar que nos han invitado  unos amigos- dijo Paco - dale recuerdos a tus padres.
- Eso aré.

Cuando llegaron a casa, Claudia, mientras que su hermana se duchaba, hizo un dibujo de un gran roble que vio en el parque.
Por la noche Claudia se levantó  porque no podía dormir, y cogió su dibujo.
De pronto, una puerta, decorada con flores, se plantó frente a sus narices, Claudia llena de curiosidad entró y....
No podía creer lo que veía en sus ojos, había un mundo mágico, decorado con diversas flores silvestres, arcos de piedra que recubría una gran hiedra, muchísimos pájaros de colores y muchos animales distintos.
Claudia investigo y investigo, hasta que encontró a un duende, con aspecto gracioso que la  hizo reír :
- Ja ja ja- dijo Claudia sin poder aguantarse.
- E, no insultes mi buen aspecto, porque todos los duendes de esta aldea somos así- dijo el duendecillo con rabia.
Claudia se disculpó y dijo:
-Donde estoy.
- Estas en el país de los Gromits, bueno eso era antes desde que la malvada bruja Rapince, nos imbadió y este mundo se volvió terrorífico y oscuro.
- Y como os podríais salvar- dijo Claudia.
- No se puede, a no ser...
- A no ser ¡ que !- dijo Claudia nerviosa.
- A no ser, que alguien mortal nos salve y todo sea como antes- dijo el duende.
Miro a Claudia con unos ojos insoportables, hasta que Claudia no pudo mas y aceptó su petición.
Primero fueron a ver la aldea, a Claudia le pareció muy atractiva, y se quedó unos días a vivir allí.
Al tercer día de su visita, vino el duende y le dijo:
-Ya es la hora, te voy a entrenar.
Al día siguiente, cuando Claudia, se levantó, vio el desorden que había, se puso a limpiar, limpiar y mas limpiar. Cuando terminó vino el duende, y le dijo:
- Ya terminó tu entrenamiento.
-Pero si solo e limpiado- dijo confusa.
- Ya, pero en este libro, viene bien claro, que la bruja es alérgica a la limpieza- dijo el duende satisfecho.
- ¿Como se llama ese libro ?
- Se llama, aver, aver, a si se llama :
PUNTOS BAJOS PARA LA BRUJA MALIGNA
-Menudo titulo, pero si sirve, entonces, estoy preparada - dijo Claudia.
Tuvieron que pasar un sinnúmero de pueblos, valles, ríos, hasta que por fin llegaron al castillo de la bruja.
Vieron que tenía demasiados guardias de seguridad en la puerta principal, así que entraron por la trasera.
Luego vieron un largo pasillo con aspecto terrorífico y anticuado del que venían varias galerías. A Claudia le entraron ganas de limpiar ; pero se tuvo que aguantar.
Pasaron por todas y no era ninguna así que investigaron pero nada, no había forma.
Hasta que el duende se fijó en una ranura pequeña la tocó, y se abrió un gran pasillo que conducía a la torre mas alta del castillo. Tras una hora de subir escaleras, vieron a la bruja y el duende le gritó:
- Aquí estamos bruja , para enfrentarnos a tí.
Mientras que el duende hablaba Claudia se ponía los accesorios de limpieza.
La bruja soltó una cruel carcajada y dijo:
- Pero si solo vienes tú, que me vas a hacer con tus manos de mantequilla.
- Pues algo más de lo que tu te imaginas, ¡ Claudia sal !
Y Claudia salió pitando a limpiar todo.
Pero no hizo efecto, porque la bruja ya sabia que le atacaría así:
- Que os creéis, que soy tonta, que sepáis que yo también soy moderna, en mi castillo, hay más de mil radares, para localizar a intrusos que intentan colarse, ¡ cómo vosotros !

Y esa fue la triste historia de Claudia, la triste niña que fue disecada con su fiel duende parlanchín y que a su lado también pusieron el dibujo de aquel roble tan hermoso que vio por primera y última vez.




                                  FIN
By: Celia ( creadora del blogger )

4 comentarios:

  1. ¡Qué graciosas son las fotos que has puesto!Enhorabuena , Celia, porque poco a poco vas manteniendo tu blog. Un abrazo.

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  2. ¡Qué bien, Celia! Has demostrado tener una gran imaginación.
    Me gusta tu cuento, aunque es un poco triste al final. Sigue inventando historias porque siempre le proporcionarás un buen rato a quien las lea. Un abrazo, Pilar.

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  3. Me encanta. Pero si siguieras con este cuento, la Bruja Maligna los hace desaparecer, ¿no?

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  4. si jorge ya lo hizo

    (hace tiempo)

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