un gigante y colosal pez,
que todos los días,
comía con escasez.
Su vecina, Doña Martina,
le decía:
``Vaya sardina que tenemos aquí,
comes menos que un colibrí´´
El bestial pez,
negando con cabeza agacha,
siguió otra vez,
cortando con su hacha.
Sus amigos,
siempre le decían:
``Vaya pez este,
que siempre está en las nubes del este´´
Y sus padres,
como siempre:
``Pececito, chiquitito,
ven aquí ahora,
que esta sopa, se enfría sola,
y siempre llegas a la misma hora´´
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