Un buen día, en mi colegio, Dulcinea del Toboso, ocurrió algo muy, muy raro.
esto era lo normal, Pilar venía con su gran bolso, Isabel con sus tacones montando en bicicleta...¡Eso era lo normal! Pero...
Estábamos en el recreo y Teresa vio por una ventana se había prendido fuego.
Todos los niños alarmados nos fuimos a la pista más alejada, mientras que los profesores se tomaban un chocolate bien calentito. Entonces Isabel vio por la ventana a los niños haciendo señas para hacer que bajaran.
no les hizo caso y siguió bebiéndose su chocolate con churros. Después de ese gran almuerzo, fueron al baño y Pilar e Isabel. No podían creer lo que veían en sus ojos, Pilar cogió su bolso y... a intentar apagar el fuego, bueno, la que se armó.
Isabel se acordó de su bicicleta, que estaba en la sala de profesores, la cogió y se puso a transportar a los profesores al patio.
Ya que se le daba muy bien eso de la bici.
Pues así hizo. Ya pasado un rato, Pilar llamó a los bomberos y se terminó ese horrible incendio.
¡Qué imaginación, Celia! Me gusta que escribas historias, aunque muchas cosas sean inventadas.Nos vendría bien tomarnos un chocolate con churros de vez en cuando...Sobre todo cuando hace tanto frío.
ResponderEliminarY lo del bolso, muy gracioso. La verdad es que llevo tantas cosas en él que ,aunque no me doy cuenta, lo transporto a todas partes.
Sigue escribiendo historias que te seguiremos leyendo todos los que pasemos por tu blog.No olvides revisar la ortografía antes de publicar porque a veces se te puede escapar alguna falta.
Un abrazo.